ATE anuncia paro de 24 horas contra el veto presidencial a la reforma jubilatoria y los despidos masivos
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) ha convocado un paro nacional de 24 horas para el próximo miércoles, en protesta contra el veto del presidente Javier Milei a la reforma jubilatoria, sumándose a las agrupaciones sociales, de jubilados y políticas que también se movilizarán frente al Congreso. La medida de fuerza busca visibilizar el descontento de los trabajadores estatales y la preocupación por las políticas de ajuste impulsadas por el Gobierno.
Uno de los ejes centrales de la protesta será el rechazo a la congelación salarial en la administración pública y a los más de 65 mil despidos que, según ATE, el Gobierno planea ejecutar a fin de mes. Esta movilización se suma a una creciente ola de descontento en diversos sectores sociales, que denuncian la erosión de derechos laborales y el impacto de las decisiones del Poder Ejecutivo en los sectores más vulnerables.
Rechazo al veto y advertencias sobre sus consecuencias
Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE Nacional, utilizó su cuenta en la red social X (anteriormente Twitter) para hacer un llamado contundente a la movilización y advertir sobre las consecuencias del veto presidencial. «Los diputados que voten en favor del veto estarán condenando a los jubilados a pasar hambre, enfermarse y morir», sostuvo el dirigente. A su vez, aseguró que los trabajadores estatales se movilizarán «de manera masiva» y advirtió sobre el posible uso de medidas represivas: «Rechazamos cualquier posibilidad de que se aplique el protocolo anticonstitucional de [Patricia] Bullrich».
La referencia al protocolo de Bullrich, exministra de Seguridad, apunta a la preocupación de los manifestantes por la posible represión de las fuerzas de seguridad en las calles, dado que su aplicación permitiría un accionar más severo contra las protestas sociales.
El congelamiento salarial y los despidos masivos
Además del veto a la reforma jubilatoria, ATE denuncia un intento del Gobierno de congelar los salarios de los empleados públicos, en un contexto de inflación creciente y pérdida del poder adquisitivo. El ajuste en la administración pública, que también incluye cesantías masivas para fin de mes, ha encendido las alarmas en el sector sindical.
«Debemos estar en la calle para evitar que se siga consolidando el régimen autoritario del Gobierno», subrayó Aguiar, al referirse a las políticas de ajuste. «No vamos a aceptar que se congelen los salarios en el sector público y rechazamos cualquier posibilidad de que a fin de mes vuelvan a existir cesantías masivas», añadió el dirigente, reforzando el llamado a la movilización como una forma de resistencia frente al escenario que se avecina.
Apoyo desde ATE Capital y otras agrupaciones
Desde ATE Capital, también han convocado a los trabajadores a sumarse a la jornada de protesta a través de las redes sociales, utilizando mensajes que rechazan enérgicamente el veto de Milei. «Porque de hambrear y reprimir a nuestros abuelos y abuelas no se vuelve», expresaron en un comunicado difundido en sus plataformas, invitando a la ciudadanía a participar de la movilización.
La medida de fuerza cuenta con el apoyo de otras agrupaciones sociales y políticas, que ven en el veto presidencial un ataque directo a los derechos de los jubilados. La reforma jubilatoria, vetada por el Ejecutivo, había sido aprobada con la intención de mejorar las condiciones de quienes perciben haberes mínimos, y su bloqueo ha sido interpretado por amplios sectores como una medida regresiva que agrava la situación de los adultos mayores en el país.
Un conflicto que suma tensiones sociales
La situación se presenta como un nuevo desafío para el gobierno de Milei, que enfrenta críticas desde diversos frentes por su política de ajuste fiscal, enfocada en reducir el déficit público. Los sindicatos, por su parte, han dejado claro que no retrocederán en su lucha por los derechos laborales y sociales, y que las movilizaciones serán una herramienta clave para frenar las políticas que consideran perjudiciales para los trabajadores y los sectores más vulnerables de la sociedad.
El paro del miércoles y la movilización en Congreso serán una muestra del creciente descontento, y su desarrollo podría marcar un punto de inflexión en las tensiones entre el Ejecutivo y las organizaciones sindicales. Las decisiones que se tomen en los próximos días serán clave para determinar el curso del conflicto y el impacto que tendrá en la agenda política del país.