Miles de chicos sin vacantes en la Ciudad de Buenos Aires: una política de estado del PRO
Este año 56.832 estudiantes quedaron sin poder acceder a la educación aunque esta problemática no es una novedad sino una política que se profundiza año tras año.
“En defensa de la educación”
Remontémonos en el tiempo. Transcurría el mes de abril del 2021. La ola de contagios subía estrepitosamente y el gobierno nacional sacaba un nuevo DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) que establecía la suspensión de las clases presenciales, entre otras medidas para disminuir la circulación del virus. En ese momento emerge la figura de Horacio Rodriguez Larreta como “el garante de la presencialidad” en las escuelas porteñas. Ante la opinión pública se presenta y es presentado -por la gran cantidad de medios de comunicación afines- como quien pone a la educación “por encima de todas las cosas”, marcando el carácter esencial de la misma.
Más allá del litigio judicial en que terminó derivando esta divergencia de posturas, lo interesante del asunto es poder analizar críticamente cuánto de ese relato salido de las usinas del gobierno porteño se condice con la realidad, no solo a la luz de lo que nos dejó el conflicto del año pasado sino, además, del discurso dado por la ministra de educación de CABA, Soledad Acuña, en el contexto del inicio del ciclo lectivo 2022. En el fondo de este artículo subyace la pregunta de cuán prioritaria es la educación para el PRO.
Del dicho al hecho…
En el discurso del gobierno de la Ciudad aparece un dato que se repite una y otra vez: las 54 escuelas construidas en los últimos 9 años. Sin embargo, del 2013 al 2022 fueron construidas solamente 28 escuelas. En total, esos nuevos edificios generaron unas 4.800 vacantes.
Si nos vamos más atrás en el tiempo, entre los años 2008 y 2013 la Ciudad había construido 36 escuelas según las palabras del -en ese entonces- subsecretario de Gestión Económica del Ministerio, Javier Regazzoni. No obstante, cuando uno afina la mirada puede observar que, según información oficial, fueron tan solo 33 las escuelas nuevas en esos años. Y del análisis detallado se desprende que seis pertenecían a la gestión antecesora de Ibarra-Telerman, otras seis se llevaron a cabo con fondos otorgados por el gobierno nacional de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, siete retomaban obras comenzadas, y una de ellas fue construida por un privado: el Dot Baires Shopping de Saavedra. Si hacemos bien la cuenta, de las 33 escuelas mencionadas Macri construyó apenas 13 con recursos propios.
Así como tomamos el número de escuelas para contraponer el discurso oficial con los hechos, hay otros tópicos como la evolución del presupuesto educativo desde 2007 a la fecha o el funcionamiento de los CPI (Centros de Primera Infancia) que resultan interesantes para poner el foco. No obstante, en esta nota pondremos el ojo en cómo es la relación entre la cantidad de vacantes solicitadas y las efectivamente otorgadas año a año. ¿La educación es esencial para todes en CABA?
Las vacantes: una problemática crónica
Al recabar la información sobre las vacantes, se observa un fuerte aumento del faltante con el transcurso de los años: en 2018 ya había alrededor de 27 mil chiques que quedaban sin su lugar en el sistema educativo. Ya en el 2019 subió la demanda en todos los niveles alcanzando el número de 29.700 niñes y adolescentes en lista de espera. En 2020 se produjo una disminución en la cantidad de demandas y la lista de espera apenas bajó. Sin embargo, el año pasado 117 mil estudiantes pidieron lugar contabilizando los tres niveles en total y tan solo 61.200 lo obtuvieron. El resto, es decir, más de 55 mil pibis, quedó sin una vacante asignada, al menos en el inicio de ciclo lectivo. En lo que respecta a este año, la cifra se estima que alcanzó el récord de 56.832 estudiantes sin vacantes.
Si tomamos los últimos 9 años de administración del Pro (2013-2022), se generaron unas 4816 vacantes en el nivel inicial, lo que da un promedio de 535 por año. El número da cuenta de que es una cantidad escasa que, por ejemplo, solo cubre el 21% de quienes quedaron excluidos este año en ese nivel. Es así que 41.611 vacantes fueron solicitadas para niñes de 45 días a 5 años de edad en 2022, y el sistema online asignó apenas 19.416, o sea, solo un 47% del total tuvo “la fortuna” de acceder a la misma.
Por otro lado, la oposición en la Legislatura porteña – a través de la legisladora del Frente de Todos, Laura Velasco – ha impulsado un pedido de informes para que el gobierno de Rodríguez Larreta dé explicaciones sobre por qué casi la mitad de los estudiantes porteños de los tres niveles quedó sin vacantes para cursar en escuelas públicas de la ciudad de Buenos Aires debido al «expulsivo sistema de inscripción» que pone en marcha el ministerio a cargo de Soledad Acuña.
Un fallo parteaguas
Un hecho importante se dió en 2019 tras el fallo de la jueza Elena Liberatori en cuanto a la crisis educativa del sistema público de educación de la Ciudad. Dicha jueza reconoció y remarcó la falta de vacantes, en especial en la zona sur y el barrio de Retiro. De este modo, los principales Distritos Escolares afectados son el 1, 5, 13, 19, 20 y 21, tanto en escuelas de jornada simple como completa. ¿Es solo una casualidad que el sur de la ciudad sea la zona a la cual afecta más esta problemática? ¿Cómo se relaciona con otras carencias que atraviesan a las personas que residen allí? ¿Acaso hay porteños/as de primera y de segunda categoría?
Para finalizar, queda un interrogante en el aire: ¿cómo se condice un discurso que plantea a la educación como esencial y prioritaria con miles de chiques vulnerades en su derecho a acceder a la educación? Detrás del marketing amarillo y el blindaje mediático encontraremos diversas desigualdades en la ciudad más rica del país. Porque como dice el refrán “no todo lo que brilla es oro”.