Jorge Macri presidió el izamiento de la bandera en Plaza de Mayo y participó del Tedeum con Javier Milei

Durante las celebraciones por el 25 de Mayo, la Ciudad de Buenos Aires fue escenario de una intensa jornada de reflexión y simbolismo. El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, encabezó el izamiento de la bandera en Plaza de Mayo y posteriormente asistió al Tedeum en la Catedral Metropolitana junto al presidente Javier Milei y su gabinete. La homilía del arzobispo Jorge García Cuerva se destacó por sus severas críticas a las políticas gubernamentales y su llamado a la acción concreta.
La mañana comenzó con el izamiento de la bandera en Plaza de Mayo, acto presidido por Jorge Macri, quien expresó su compromiso con los valores fundacionales del país. «Con orgullo y responsabilidad, reafirmo mi compromiso con los valores de libertad y soberanía que nos inspiran como argentinos desde 1810. Nuestro país tiene que ser un lugar mejor para vivir y la Ciudad un faro que marque el rumbo de esa Argentina que queremos», declaró.
Reconociendo los desafíos actuales, Macri destacó la resiliencia del pueblo argentino. «Creo que vamos por un buen camino, pero es un camino que todavía tiene muchos desafíos y donde seguramente hay mucha gente que la está pasando mal, pero que no afloja, que aguanta y que resiste», afirmó, subrayando la necesidad de respuestas concretas y efectivas.
Durante el Tedeum, el arzobispo Jorge García Cuerva dirigió una homilía con críticas directas a las políticas del presidente Javier Milei. «No podemos hacernos los tontos, hay que acompañar con hechos y no con palabras los esfuerzos de la gente. Por eso siguen doliendo algunas acciones de la dirigencia contra la ciudadanía de pie, como los auto aumentos de sueldos de algunas semanas atrás», declaró, subrayando la desconexión entre los líderes y las necesidades del pueblo.
El arzobispo hizo un llamado a la acción solidaria, destacando la falta de apoyo a los más necesitados. «Las manos paralizadas para el encuentro que construye fraternidad, las manos paralizadas para abrazar a los heridos por la soledad y la tristeza, las manos paralizadas para ser solidarios con los que menos tienen», dijo Cuerva, señalando la urgencia de abordar problemas como la malnutrición infantil, la falta de acceso a la educación y salud, y la situación precaria de los jubilados.
Jorge Macri, presente durante la homilía, reafirmó su compromiso con la ciudadanía y la necesidad de un esfuerzo colectivo. «Nuestro deber es darle respuesta a ese esfuerzo que la gente pide. Estamos trabajando con mucho compromiso. La Ciudad de Buenos Aires no es una isla, pero sin duda estamos logrando que el dolor sea menor, que el esfuerzo se sienta un poquito menos y que valga la pena», aseguró.
Macri resaltó la importancia de la colaboración y el trabajo conjunto para construir un futuro mejor. «Hay un norte, la Argentina tiene que ser un lugar mejor y la Ciudad un faro para esa Argentina», declaró, manifestando su disposición a contribuir activamente para alcanzar ese objetivo.
El arzobispo García Cuerva concluyó su homilía con un llamado a la responsabilidad y la unidad, instando a la clase dirigente a actuar con integridad y compromiso. «No es lo mismo unirse que confabular; no es lo mismo fraternizar y forjar la cultura del acuerdo que ser cómplice del mal con el solo ánimo de destruir al otro», expresó, subrayando que tales actitudes solo destruyen los cimientos de la nación.
El Tedeum también fue escenario de críticas de Jorge Macri sobre la falta de distribución de alimentos por parte del gobierno de Milei. «Es inaceptable que en medio de una crisis económica tan severa, el gobierno no esté entregando los alimentos necesarios para las familias más vulnerables», declaró Macri, destacando la urgencia de acciones concretas para paliar el hambre.
Macri enfatizó que esta falta de entrega de alimentos agrava la situación de las personas que ya están luchando por satisfacer sus necesidades básicas. «No se puede jugar con el hambre de la gente. Es fundamental que el gobierno actúe ya y asegure que todos los argentinos tengan acceso a lo esencial», añadió.
El Tedeum del 25 de Mayo en la Catedral Metropolitana puso de manifiesto la necesidad de que las palabras se traduzcan en acciones concretas y efectivas. En un contexto de crisis económica y social, las críticas del arzobispo García Cuerva y las reflexiones de Jorge Macri resaltaron la urgencia de medidas que aseguren una vida digna para todos los argentinos. La ceremonia recordó a todos los presentes la importancia de la responsabilidad, la unidad y el compromiso en la construcción de un futuro mejor para la nación.