La Ciudad avanza en obras hidráulicas para enfrentar el cambio climático

La Ciudad de Buenos Aires enfrenta un desafío crucial en materia de infraestructura hídrica ante el aumento de las lluvias y fenómenos climáticos extremos atribuidos al cambio climático. Con el objetivo de fortalecer su capacidad de respuesta ante estas contingencias, el gobierno de Jorge Macri anunciará hoy un ambicioso plan de obras hidráulicas que abarcará diversas zonas estratégicas de la metrópolis.
El proyecto, continuación del Plan Hidráulico iniciado en 2007, tiene como objetivo primordial expandir la red subterránea de drenaje para mitigar los riesgos de inundaciones. Según datos oficiales, las precipitaciones en Buenos Aires han aumentado un 11% en las últimas dos décadas, exacerbando la necesidad de adaptar la infraestructura urbana.
Una de las obras destacadas será la mejora integral del entubamiento del arroyo Medrano, ubicado en los barrios de Núñez, Saavedra y Coghlan. Este nuevo conducto de 15 cuadras incluirá cinco compuertas de cierre y una estación de bombeo, destinadas a gestionar de manera eficiente el flujo de agua durante eventos de lluvias intensas. Además, se contempla la creación de espacios verdes en la desembocadura del arroyo, promoviendo la integración ambiental en áreas urbanas densamente pobladas.
En la zona norte, específicamente en el Parque Sarmiento, se ampliará el reservorio existente para aumentar su capacidad de retención de agua, reduciendo así el riesgo de inundaciones en los barrios circundantes. Este reservorio, una vez completado, tendrá una capacidad de almacenamiento de aproximadamente 123 mil metros cúbicos, fundamental para absorber el exceso de agua en momentos críticos.
Otras obras incluirán mejoras en los desagües de las subcuencas del arroyo Cildañez, con el objetivo de prevenir anegamientos en áreas como Flores, Parque Avellaneda y Villa Lugano. Estas zonas, históricamente postergadas en términos de infraestructura hidráulica, recibirán una atención prioritaria para asegurar la protección de sus residentes ante las crecientes lluvias.
Asimismo, se licitarán mejoras en los ramales de las avenidas Larralde y Ciudad de la Paz, subcuencas del arroyo Maldonado, así como la ampliación de desagües en la calle Costa Rica en Palermo. Estas intervenciones, programadas para los próximos 12 a 24 meses, están diseñadas para optimizar la capacidad de drenaje en áreas críticas de la ciudad.
En el frente del saneamiento ambiental, se proyecta la construcción del colector Bajo Costanera, un conducto de saneamiento cloacal que atravesará la Ciudad de norte a sur hasta la desembocadura con el Riachuelo. Este ambicioso proyecto no solo mejorará la calidad del agua del Río de la Plata, sino que también facilitará el desarrollo de actividades náuticas y recreativas en la zona ribereña.
Para financiar estas iniciativas, el gobierno porteño buscará colaboración internacional y gestionará fondos adicionales, con un costo estimado de 312 millones de dólares. De este monto, 240 millones se destinarán al colector Bajo Costanera, mientras que 72 millones ya están asegurados dentro del presupuesto de la Ciudad.
El plan no solo busca fortalecer la infraestructura hidráulica de Buenos Aires, sino también fomentar el uso sostenible de los recursos naturales y promover el disfrute público de las áreas costeras revitalizadas. Con estas obras, la Ciudad se prepara para enfrentar los desafíos del cambio climático y mejorar la calidad de vida de sus habitantes en un entorno urbano cada vez más resiliente.