Problemática de los Decks en la Ciudad de Buenos Aires y Respuestas de las Autoridades

Los decks instalados por bares, restaurantes y cervecerías en diversas zonas de la Ciudad de Buenos Aires han generado una situación controvertida debido a su expansión desordenada y frecuentes infracciones a las normativas vigentes. A pesar de haber surgido como una solución durante la pandemia para extender las áreas al aire libre y mantener la actividad económica, su implementación ha generado molestias entre los residentes y plantea desafíos significativos para la seguridad vial y la ocupación del espacio público.
Los principales problemas detectados incluyen la invasión de la línea de proyección de la ochava sobre la calzada, obstrucción de sumideros y uso de techos rígidos, entre otros. Según un relevamiento reciente, los barrios con mayor concentración de decks son Palermo, Núñez, Colegiales, Caballito, Recoleta y Villa Crespo, áreas donde la presencia de estas estructuras ha proliferado sin una cifra oficial de cuántas operan en infracción, aunque se estima que superan las mil.
El Gobierno de la Ciudad, liderado por Jorge Macri, ha tomado medidas para regularizar esta situación. Desde febrero, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana ha iniciado un plan para adecuar la instalación de los decks, realizando un relevamiento de permisos otorgados y notificando a los propietarios sobre irregularidades detectadas. Hasta el momento, se han retirado siete decks que incumplían normativas, especialmente aquellos que invadían la ochava y comprometían la seguridad peatonal.
Para obtener un permiso de instalación, los establecimientos gastronómicos deben cumplir con varios requisitos. Estos incluyen no superar los 2,05 metros de ocupación paralelos al cordón, no obstruir bocas de tormenta ni rampas, y no interferir con la visibilidad en bocacalles y cruces. Además, se requiere que el piso sea fácilmente desmontable y antideslizante, con delimitación mediante barandas y uso de toldos canadienses en caso de cubierta.
Empresarios gastronómicos como Alejandro Fluriach y Gustavo Levinson apoyan la regularización de los decks, siempre que las normas sean razonables y aplicables. Sin embargo, expresan preocupación por costos asociados a ciertos requisitos, como los toldos canadienses importados. Vecinos de áreas como Palermo, agrupados en movimientos como «Palermo Resiste», demandan una regulación estricta y efectiva que respete el uso equitativo del espacio público.
El debate continúa sobre cómo equilibrar los intereses comerciales con el derecho al espacio público y la seguridad ciudadana. Mientras el Gobierno porteño busca establecer nuevas normativas o reforzar las existentes, la comunidad local espera una solución que garantice un uso ordenado y sostenible de los decks, promoviendo al mismo tiempo el dinamismo económico sin descuidar el bienestar comunitario y la estética urbana.
La situación de los decks en Buenos Aires refleja un desafío multifacético que requiere respuestas equilibradas y coordinadas entre sectores comerciales, residentes y autoridades. A medida que se avanza en la regularización, se espera que las nuevas políticas contribuyan a mitigar las tensiones y a asegurar un desarrollo urbano armonioso en la capital argentina.